¿Por qué consultar?
Consultar a un psicólogo es, ante todo, querer sentirse mejor, salir de ciclos repetitivos que nos atrapan y nos impiden avanzar. Estas repeticiones suelen ser el reflejo de patrones que nos escapan, en los que nos convertimos, sin quererlo, en nuestro propio obstáculo.
Guardamos dentro de nosotros, bien ocultos, eventos traumáticos, palabras hirientes que siguen actuando, a menudo durante años, si no les hacemos frente.
Por supuesto, dar el paso y consultar es una tarea difícil, porque implica encontrarse con uno mismo y enfrentar cosas dolorosas, pero los beneficios de este trabajo psicoterapéutico son incalculables y a todos los niveles de la vida.
La pérdida o la falta de confianza en uno mismo es uno de los principales motivos de consulta. Es algo muy amplio y la causa de problemas muy específicos y diferentes. Este menosprecio hacia uno mismo influirá en las decisiones de vida, los encuentros… Encuentros equivocados que confirmarán esta mala autoestima… Nuestras decisiones y nuestros encuentros no son fruto del azar.
Cuanto más reprimimos, rechazamos lo que no queremos ver, más alimentamos nuestro inconsciente, que no nos pide permiso para actuar, porque sus fuerzas son tanto más grandes cuanto más las subestimamos.
La falta de confianza, la angustia, la agresividad… son señales de alerta que indican que algo no va bien, que algo se trama por debajo, relacionado con conflictos no resueltos.
Estas señales de alerta son la oportunidad que se debe aprovechar para comprenderse mejor, conocerse mejor, identificando los límites pero también todos los recursos de los que no tenemos conocimiento y que, sin embargo, están presentes, para llegar a ser uno mismo…
El síntoma (o trastorno) tiene un significado y una función. Es la parte visible de un sufrimiento donde la palabra no ha sido escuchada o ha sido reprimida.
Detrás de cada síntoma, hay un problema específico de cada uno, detrás del cual se esconde una historia personal, singular, rica y conmovedora porque única.
Los síntomas que se mencionan a continuación están lejos de constituir una lista exhaustiva y no es necesario encajar en alguno de estos casos para consultar. Algunos males no dicen su nombre… Una pregunta, dudas, un malestar son perfectamente legítimos y merecen ser escuchados.
- Falta de confianza y autoestima
- Angustia, ansiedad
- Dificultades en las relaciones con los demás (familia, sociales…)
- Dificultades amorosas o problemas de pareja
- Trastornos sexuales (impotencia, vaginismo, ausencia de deseo…)
- Depresión, tristeza, aislamiento
- Trastornos alimentarios
- Trastornos de conducta (agresividad, crisis de llanto imprevistas, comportamientos de riesgo…)
- Adicciones o dependencias (sustancias, juegos…)
- Dificultades laborales (agotamiento, estrés…)
- Y otros más.
